Cada prenda de ropa que usamos tiene un impacto en el planeta, pero a menudo no pensamos en los efectos de algo tan básico como la ropa interior. La mayoría de la ropa interior convencional está hecha de materiales sintéticos como el poliéster o el nylon, que requieren grandes cantidades de energía, agua y químicos para producirse. Aquí te contamos por qué es importante optar por alternativas más sostenibles y cómo puedes marcar la diferencia.
La producción de ropa interior tradicional tiene un impacto significativo en el medio ambiente. Los materiales sintéticos como el poliéster son derivados del petróleo, lo que significa que su producción contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero y al agotamiento de recursos no renovables. Además, estos materiales no son biodegradables, lo que significa que cada vez que desechamos una prenda, ésta puede tardar cientos de años en descomponerse.
Por otro lado, la producción de algodón convencional también tiene sus propios problemas. Si bien es una fibra natural, su cultivo requiere enormes cantidades de agua y pesticidas, lo que afecta tanto a los ecosistemas como a las comunidades locales que dependen de esas fuentes de agua.
Alternativas como el Micro-Modal de Tencel están marcando la diferencia. Este material se produce a partir de pulpa de madera de bosques gestionados de forma sostenible y utiliza un proceso de producción de circuito cerrado, lo que significa que el agua y los solventes se reciclan casi en su totalidad. Además, al ser biodegradable, el impacto ambiental de las prendas hechas de Micro-Modal es mucho menor al final de su vida útil.
El impacto ambiental de la ropa interior tradicional es algo que no podemos seguir ignorando. Afortunadamente, existen alternativas sostenibles que no solo reducen el daño al medio ambiente, sino que también ofrecen mayor comodidad y durabilidad. Considera cambiar a opciones más conscientes y ser parte de la solución.
